La cerámica de Picasso ha sido injustamente vista como un aspecto secundario de su obra, debido fundamentalmente a un alto grado de desconocimiento, a lo que ha contribuido la confusión reinante entre las cerámicas únicas y las editadas. Estas últimas, lejos de ser meras copias realizadas en gran número, son en realidad cuidadas ediciones de la obra del artista, que aún agrupadas todas bajo el marco de “ediciones” obedecen a principios diversos.
Una de las consecuencias de la producción de Picasso fue la de popularizar la cerámica como obra de arte múltiple. El artista estaba muy familiarizado con la multiplicidad en la obra de arte, ya que la obra gráfica ocupó un lugar importante en su actividad artística desde 1904. Picasso había comenzado a hacer cerámicas en 1947, en el taller Madoura de Suzanne y Georges Ramié en Vallauris. El artista permitió a la familia Ramié realizar reproducciones en ediciones limitadas de 633 de sus cerámicas, que cubren toda la gama de su producción entre 1947 y 1971, un tipo de obra más accesible al gran público y, originalmente, asequible.
Se produjeron dos tipos genéricos de ediciones bajo la supervisión de Picasso:
-Réplicas auténticas: a partir de una pieza creada por el artista que se corresponden exactamente en materiales, tamaños, volúmenes, formas y colorido.
-Impresiones originales: estampadas a partir de moldes creados por Picasso.
Esta exposición se propone presentar al público algunas claves para comprender cómo se han realizado estas ediciones, sus tipos y sus procedimientos, siguiendo el hilo de la colección del Museo Casa Natal Picasso (y algunas obras invitadas), y contribuir así a un mejor conocimiento y valorización de esta parte de la obra picassiana.
La exposición tendrá, también, una segunda lectura, más científica, que intentará profundizar en el proceso creativo del artista a través de la obra cerámica y sus ediciones.