Exposición de Pepe Cortines.
En Ciudad de México hay una pequeña colonia, antigua y periférica, Algarín, en la que desde hace varios años proliferan las impresiones, como tarjetas, carteles de todo tipo y tamaño, calendarios y gorras. Ese barrio, del que parten imágenes que se multiplican e inundan la inmensidad de la ciudad, el pintor Pepe Cortines lo descubrió cuando fue a comprar el material y las herramientas, como marcos de seda o papeles de algodón, que le servirían luego para realizar sus nuevas pinturas en el estudio del edificio Iberia, ubicado en la colonia Cuauhtémoc.
En los múltiples trayectos de ida y vuelta que realizó entre una y otra colonia, a través de caóticos desplazamientos en taxi o en metro, fue donde iban naciendo esos dibujos y pinturas que ahora expone en esta galería.