De JUAN CARLOS LÁZARO
La realidad como tema. Si en exposiciones anteriores, la realidad de Juan Carlos Lázaro se ocultaba tras veladuras de misterio, en esta ocasión, las obras que presenta en la Galería Birimbao -óleo sobre lienzo y lápiz sobre papel— ofrecen una figuración realista que resalta lo determinante del objeto. Objetos que son excusa para la creación de formas perfectas que cubren los espacios del lienzo y que se hacen livianas gracias al derroche de conocimiento e imaginación, el dominio de la luz y el manejo magistral del color. Variaciones de amarillos convertidos a veces en un verde otoñal, blancos serenísimos. Ciertos objetos marcados en grises metálicos, se adivinan inalterables al tiempo. En una de las obras, el filo áureo del plato de fina porcelana se hace círculo perfecto para servir la rama seca del jardín, cómo Salomé recibió, en bandeja de plata, la cabeza del Bautista.