Exposición de Cristina Savage
El Vicerrectorado de Cultura de la Universidad de Málaga tiene el honor de recibir en el Espacio Cero del Contenedor Cultural a una de las artistas más revolucionarias, valientes, comprometidas y reveladoras de la ciudad de Málaga: Cristina Savage. En esta ocasión, nos presenta su trabajo titulado Quitando lo viejo, que viene realizando desde 2018 por los principales museos nacionales para reivindicar la visibilidad de la mujer.
Su trabajo se halla en la estela de artistas de la performance como Claude Cahun, Ana Mendieta o Alicia Framis. La performance es una de las manifestaciones artísticas que modificaron el mundo del arte a partir de los 70s, y en la que la participación de mujeres artistas fue muy numerosa y significativa desde sus inicios. En el libro 'Abel Azcona 1988-2018', nos encontramos con una frase que define muy bien su significado: La performance ha logrado ser durante decenas de años indefinible, inclasificable, imposible de academizaro institucionalizar. El artista que tenga la necesidad de definirla la banaliza. La radicalidad de la misma se sostiene al no ser domesticable. No entender la performance desde la desobediencia, es matarla de raíz.
Al tratarse de un arte de acción, muy pocos son los privilegiados que presencian en directo las actuaciones de las/los performers, más cuando ni siquiera son conscientes de que están contemplando una, como es el caso de la mayoría de los espectadores que han podido observar sin saberlo, las innumerables acciones de Cristina Savage. Por otro lado, la ordenación, documentación y comisariado de la presente muestra es fruto del exhaustivo trabajo de Sara Sarabia que ha sido, además, una de sus compañeras en los equipos de limpieza.
Y como gran aliada de su trabajo, se encuentra la Asociación de Mujeres Artistas Visuales (MAV) que ha colaborado activamente facilitando los datos y cifras tan desalentadores acerca del porcentaje de mujeres artistas presentes en galerías, centros de arte y museos, así como su escasa presencia en colecciones públicas y privadas de todo el territorio nacional. Esa injusticia fue la que llevó a Cristina Savage a sacar brillo y de paso sacar a relucir la vergüenza, la mancha de cada espacio expositivo al que ha entrado quitando lo viejo.