A través de más de ochenta obras, entre pinturas, esculturas, dibujos, grabados y fotografías, de medio centenar de artistas, esta exposición plantea un amplio recorrido por las numerosas y diversas propuestas artísticas de signo realista y figurativo que se desarrollaron en el panorama de la primera vanguardia española en los años veinte y treinta, en paralelo a lo que en el contexto europeo se ha dado en llamar el «retorno al orden», coincidente con el período de entreguerras.
Dentro del «arte nuevo» del primer tercio del siglo XX, numerosos pintores y escultores dejan patente un deseo común de renovación formal que fluctúa entre la recepción de las vanguardias internacionales, como el cubismo y el surrealismo, y una apuesta por una nueva figuración, un realismo moderno muy heterogéneo en el que se reflejan el Novecento italiano y la Nueva Objetividad alemana, pero que tendrá una personalidad propia en cada artista. Entre quienes se vinculan a esta tendencia realista, interrumpida con el estallido de la guerra civil, no surgirá un grupo estilísticamente homogéneo, pero sí una figuración de características compartidas, de modelado preciso y volumétrico, donde géneros clásicos como el retrato o el bodegón adquieren una apariencia inquietante, resultado de una nueva mirada a lo real, alejada de la mímesis tradicional, y deudora de las experiencias transformadoras de las vanguardias