BERNARDI ROIG: BAILAR EL SILENCIO DEL TIEMPO
Una instalación compuesta por cuatro pequeñas bailarinas de bronce cromado suspendidas del techo. Ocupará una de las salas de la exposición actual Incesante Picasso. Obra y vida. Esta instalación insertada en el corazón de dicha muestra explora la gran influencia de Degas en al obra de Picasso, y muy especialmente el tema de la bailarina. Estas pequeñas figuras con algunas de sus piernas inacabadas están sostenidas, en rotación permanente, en el vacío y proyectan sombras superpuestas de su propia lentitud sin música.
Frente a esa danza silenciosa, un gran dibujo: Cap Negre, 202I , un intento de introducir el tiempo en la imagen sin que la imagen se mueva.. El gran marco de tela de este dibujo camufla un dispositivo de audio con la grabación del sonido de un reloj de pared. Insistente, preciso y garante de nuestro fin trágico. Ese sonido es el tiempo de la imagen que calla, no que enmudece. La imagen que vemos es la del último rostro que ha perdido toda su carne.