Pinturas de Pepe Domínguez
Singapore Sling es el resultado de un ejercicio de traducción de imágenes latentes a imágenes visibles. Imágenes resultantes de un proceso de ir y volver constantes en el que la superficie se pinta, se borra, se lija y se repinta, el dibujo se corrige y se van superponiendo capas para acercarme lo más posible a una atmósfera o estado mental que rehuye de la lógica narrativa, pero que trata de transmitir un ánimo edulcorado, artificioso y algo exótico. Esto supone tener como eje principal el mismo proceso pictórico, en el que la tensión entre el elemento representado y su resolución formal articula y a la vez dirige la búsqueda que se construye sobre la marcha. La convivencia entre la manualidad de la pincelada y la frialdad de lo puramente automático se da en el contraste entre la geometría de los motivos reticulares y la gestualidad del pincel al rellenar su interior, así como las superficies lijadas y raspadas que deterioran el dibujo perfecto de los signos/ símbolos, lo que da lugar a una combinación de tonos descoloridos que se alternan con otros ácidos.