En 1911, Joaquín Sorolla viajó por segunda vez a Estados Unidos para supervisar dos exposiciones de su obra en Chicago y San Luis. En esa fecha, el artista estaba en un punto álgido de su carrera, convertido ya en uno de los pintores de más renombre internacional del momento, y gozaba de una amplia clientela en el mercado americano. En el trascurso de esa estancia, pasó un mes en Nueva York -entre el 22 de abril y el 24 de mayo-, donde, fascinado por la gran ciudad, realizó una serie de gouaches, vistas en picado, impresiones leves y rápidas tomadas desde la ventana de su habitación en el hotel Savoy, en Manhattan. Pintadas sobre cartones de los usados para doblar camisas, u otras prendas de ropa, son obras singulares, apenas conocidas, de gran calidad técnica y modernidad en sus encuadres fotográficos. La exposición del Museo Carmen Thyssen Málaga mostrará 9 de ellas – prestadas por el Museo Sorolla de Madrid- para acercar al visitante un conjunto de piezas absolutamente excepcional de uno de los principales artistas de su colección permanente. Otros dibujos hechos por el artista en Nueva York, en el reverso de los menús del hotel Savoy, y documentación adicional acompañarán la presentación de los gouaches, para explicar el contexto y la temática de las obras.