Obra de Abel García
He mirado para adentro y he
visto un abismo negro y lleno de sueño
imagino un viejo loco, el cielo
rojo inmenso, una sola flor como
de lengua cerrada en una
boca redonda y
digo redonda como lo es un
nautilo en el mar.
Alguien me dijo - así lo recuerdo - que
pintar es como mirar las nubes.
Hay que mirarlas porque son de espuma
y agua y tienen belleza y la cabeza
fluye y el ojo se da la vuelta y se
encuentra con un lugar cóncavo y oscuro.
No solitario ; sino como de algo que
tiene que ver con el alma. Una cosa salida de la carne
de uno mismo.
Abel García