Un nuevo encuentro con la pintura de Juan Romero (Sevilla, 1932). La oportunidad de disfrutar del trabajo reciente del pintor de lo maravilloso, como lo calificaba el Profesor Fernando Martín Martín en un estudio publicado en 2012. Sí, maravillosas, bellas, magníficas, son las obras que exhibe la galería. Cuadros de varios tamaños, la mayoría realizados en acrílico sobre lienzo, componen la muestra.
Sus temas, sus obsesiones, su brillantez, son los de siempre, pero hay algo más, una manera distinta de transmitir la serenidad de quien ha elegido la pintura como su forma de vida, de lenguaje, de intercambio de afectos. Elección que se hace ahora plenitud, con el resultado de novedad total, de total sabiduría. Si en cualquier momento las creaciones del artista llaman a cuestionar lo que se está viendo, ahora, tras las imágenes, el color, la composición, se produce un especial sosiego que llama a la reflexión: Tanto, sobre el conjunto de los cuadros expuestos, como sobre cada cuadro individualmente.
En cualquier obra, mucho del color, del dibujo, de la distribución de elementos, corresponden a la voluntad y a la lucidez del artista, pero hay otra parte más oscura, más misteriosa, aquella en que el inconsciente empuja al creador a completar el cuadro. Ambas facetas, la puramente intelectual y la más instintiva, forman parte del proceso creativo, pero no siempre son tan manifiestas como en esta ocasión.
Indudablemente, Juan Romero es un maestro del color. Notorio a lo largo de toda su vida artística, destaca una vez más. Sus pequeños círculos conformando fondos, llegan ahora a ser puntos, surgidos de la voluntad de un pincel que, con toque firme, los convierte en elementos esenciales. El neoimpresionismo queda muy lejos, pero tanto ese movimiento, como todos los postimpresionismos que fueron, forman parte de la actualidad más última y el pintor se permite sorprendernos marcando puntos más o menos gruesos para construir fondos y formas que evidencian su dominio de la composición, el lugar donde todo converge. Línea, forma, color, pincelada, empaste, todo se perdería si no encontrase su lugar, exactamente su lugar, en la composición y es la maestría en este campo lo que resalta de forma muy particular en este artista.