Festividad vinculada en su origen a una antigua feria ganadera, como todas las tradicionales ferias andaluzas. Es la fiesta más representativa de la ciudad que vive esos días entre el bullicio multicolor de los trajes típicos y los bailes por sevillanas , siendo el vino fino de Chiclana elemento obligado en las reuniones de las casetas de la feria.
El cartel de este año es obra del fotógrafo local Pedro Leal y recuerda los carteles clásicos de las ferias de Sevilla y Córdoba.