El día comienza con una tradicional diana y por la tarde tras la misa, una bonita procesión recorre distintas calles engalanadas con flores, macetas y palmeras. Cada año le corresponde una zona, visitando así todo el pueblo. Las calles del recorrido viven este día de una forma especial abriendo sus puertas a amigos y familiares con dulces y bebidas; como el ponche, pestiños, alfajores, orejas.... típicos del pueblo. Culminando la procesión con fuegos artificiales.