Antiguamente la feria se celebraba en el casco antiguo; como testimonio el topónimo de la calle Feria del barrio de la Morería, calle que corre paralela a la muralla. Más tarde pasaría al llano de Jesús, enclave vigente en la actualidad.
Se celebra el primer fin de semana de mayo, donde el Paseo Pedro Vargas se constituye como Real de la Feria y se adorna de luces de colores y farolillos de papel. Concurren los vecinos, forasteros de los pueblos cercanos, feriantes, turroneros, reposteros y vendedores ambulantes, que forman un conjunto alegre. Las asociaciones instalan sus casetas, las cuales son adornadas para la recaudación de fondos.
De los bailes típicos destacan las sevillanas. A lo largo de toda la feria se realizan actos deportivos y además actuaciones con orquestas musicales, organizadas todas estas por el Ayuntamiento.