Detalles que nos llevan a esa felicidad momentánea en la que nos sentimos plenos ante todo lo que ocurre alrededor y donde estamos realmente vivos…como esa mirada que se cruza con aquel o aquella desconocida mientras camino por la acera de la derecha o ese pequeño momento en el que tiendo la ropa desde una azotea y me paro unos segundos después de poner esa última pinza en ese chaleco agujereado donde penetra un rayo de luna ante la inmensidad del universo que cae sobre mí.