PSICOLOGÍA CLÍNICA y de la SALUD
FABRICANDO AUTOESTIMA
Por
Manuel Salgado
Post #52

Este término es, posiblemente, de los más usados cuando nos referimos al complicado mundo de las emociones. Da igual si eres o no psicólogo, muchas son las personas que usan dicha palabra en frases como: “…Si tuviera más autoestima”, “…Tener la autoestima alta lo es todo”, “…Mis padres no me ayudaron a tener autoestima”, “Iré al psicólogo para que me ayude a tener más autoestima”, y así innumerables ejemplos.

En otros artículos, he aportado mi visión particular sobre cómo se alimenta esta parte tan importante de nuestra personalidad, que se define como querernos de manera incondicional, valorarnos en positivo y apreciarnos hagamos lo que hagamos.

Siempre dije lo sustancial que resulta hacerlo de “dentro hacia fuera”, partiendo de un contenido favorable de nuestro autolenguaje, es decir, reconociendo y valorando cada cual los intentos y logros alcanzados en el diario de la vida.

Con esto, nunca intenté despreciar el valor de los comentarios externos, ya que, si estos son de tipo negativo, supondrán un serio hándicap para desarrollar una autoestima sana, estable y fuerte.

Sin embargo, considero igualmente relevante que existan casos de personas con un entorno: especialmente favorable, carente de crítica, ausente de un estilo corrector, complaciente con la persona, transmitiéndole que sus conductas son del todo acertadas en todo momento.

Este entorno mencionado es igualmente negativo para el crecimiento de una autoestima saludable, ya que no favorecerá que la persona ponga en práctica la autocrítica, con la intención de aprender, crecer y mejorar. De esta manera, se construirá una autoestima aparentemente sólida y estable en poco tiempo, con la impresión de estar hecha a prueba de todo.

El problema es que las personas con este tipo de autoestima pueden desarrollar lo que se conoce como una baja tolerancia a la frustración, de tal manera que cuando alguna vez reciban comentarios contrarios a su forma de actuar, no sabrán cómo gestionarlos, provocando -paradójicamente- un efecto de descenso en su autoestima, además de problemas en sus interacciones sociales.

Así que favorezcamos las críticas con sanas intenciones, las que ayudan a repensar, a revisar, a repasar, a reconducir… a recalcular la ruta. Es justo eso lo que nos hace más seguros, creer más en nosotros mismos y aceptarnos desde la incondicionalidad.

LA PREGUNTA DEL "MILLÓN": ¿Alguna vez evitaste hacer una crítica a alguien pensando que así le ayudabas a mejorar su autoestima?

Deja tus comentarios. Serán bienvenidos desde el respeto y la libertad de expresión.

Si quieres saber más, pásate por aquí: www.psicologiaclinicamsf.com

Manuel Salgado Fernández

PSICÓLOGO CLÍNICO // Col. AN-2.455

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