Nutrición
Reclamo saludable para vender productos no saludables
Por
Griselda Herrero Martín
Post #30

Tal como lo estás leyendo. Mi principal consejo como dietista-nutricionista es comprar en el mercado y no en los supermercados. Pero entiendo que no es compatible con los horarios de trabajo ni con los ritmos de vida que llevamos. Transformemos pues, el supermercado en un mercado.

Siempre digo que los alimentos que puedes comprar en un mercado, en mayor o menor calidad, los puedes adquirir en un supermercado, pero toda la oferta del gran comercio difícilmente lo podrás encontrar en los establecimientos de abastos. Y ¿por qué te digo todo esto?

Recientemente aparecía un estudio con este título y tal vez no te diga mucho “Relación entre el contenido nutricional y el número de técnicas promocionales presentes en los envases de alimentos industrializados dirigidos a niños” (Trujillo-Espino S, et al, 2018), pero si te digo que en el mismo artículo la conclusión es que a mayor número de técnicas promocionales se incrementa la probabilidad de ser un alimento no saludable tal vez te quedes boquiabierto. Y tal vez ojiplático si estos productos van dirigidos principalmente a niños.

Este estudio se publicó el pasado año 2018 y se incluyeron 346 alimentos entre los que destacan golosinas, productos de pastelería, bebidas no alcohólicas, cereales y otros productos de similares características.

Entrando más en profundidad en el estudio, el contenido nutricional se clasificó por el Sistema de Semáforos de la Food Standards Agency (FSA), el cual clasifica a un alimento como no saludable cuándo es alto en azúcares (>15g/100g ó >6,3g/100mL), grasas (>20g/100g ó >10g/100mL), grasas saturadas (>5g/100g ó >2,5g/100mL), sodio (>600mg/100g ó 100mL) y/o la presencia de grasas trans para clasificar un producto como no saludable siguiendo las recomendaciones de la Food and Drug Administration (FDA).

La industria alimentaria utiliza como técnicas de marketing en productos dirigidos a menores gráficas audaces, animaciones, imágenes o fotografías, colores brillantes, lenguaje infantil, representación de niños, personas o personajes famosos con atractivo para los niños, personajes de caricaturas, inclusión de regalos, juguetes, artículos coleccionables, concursos, cupones, juegos, empleo de empaques novedosos, alimentos

novedosos o auspicios de materiales, productos, personas, eventos, proyectos o actividades culturales reconocidas por los niños y fueron utilizadas como variable independiente el número de técnicas promocionales empleadas.

Para echar más leña al fuego, el estudio añade que por cada técnica promocional extra que se usaba en los alimentos evaluados, el contenido de calorías, sodio y carbohidratos se incrementaba linealmente. Terminando con un refrán “dime de que presumes y te diré de qué careces”.

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