En las películas escuchamos las voces de los protagonistas y la banda sonora, pero también muchos sonidos invisibles y, a la vez, imprescindibles: el galope de un caballo, los pasos de los protagonistas, una puerta que se cierra, alguien que se rasca la cabeza, que se sacude la ropa o que se cae… De grabar todos estos sonidos se ocupan los artistas foley, que dentro de un estudio de grabación inventan la manera para que los sonidos sean lo más reales posible.
Actividad recomendada para familias con niños y niñas a partir de 6 años.