Una nueva exposición fotográfica invita al público a detenerse en la belleza de lo cotidiano a través de una serie de imágenes captadas durante paseos y viajes por distintas ciudades. El proyecto, concebido como una exploración de lo urbano desde una perspectiva íntima y observadora, pone el acento en personajes anónimos y en escenas del día a día que muchas veces pasan desapercibidas.
La muestra reúne una selección de fotografías que destacan momentos puntuales cargados de humanidad, enmarcados con precisión en sus respectivas ubicaciones, que adquieren un papel esencial dentro de la escena. La luz, la composición y el encuadre trabajan al servicio de una narrativa visual que busca dar relevancia a espacios y situaciones comunes, revelando su profundidad simbólica y emocional.
“He buscado captar la realidad de lo cotidiano, poniendo la luz en los personajes anónimos y en escenas reales que suceden ante nuestros ojos todos los días”, explica el autor. “Las ubicaciones no son simples fondos, sino elementos clave que dialogan con la acción y la dotan de contexto y sentido”.
La exposición es una invitación a mirar de nuevo la ciudad, a detenerse y observar lo que sucede en sus rincones más habituales. A través del objetivo, lo ordinario se transforma en algo digno de ser contemplado.