El espectáculo comenzó con la mítica canción de la Familia Addams, incluido los chasquidos de dedos y el escenario recreaba la mansión donde vivían. Aunque ellos siempre anhelan de una forma incontrolable la muerte y las situaciones más inexplicables posibles, siempre piensan en el amor, el amor irrevocable que siente Gómez por Morticia, el amor que siente Pugsley hacia Miércoles sintiéndose querido cuando su hermana lo electrocuta o le hace daño, o el amor que siente Fétido hacia la luna, son distintas maneras de sentir pero siempre es el mismo sentimiento, aunque hay que admitir que ellos no son de este mundo y que tienen percepciones mucho más informales de lo que es la vida en general. Por eso, deciden cenar con los padres de Lucas, el pretendiente de Miércoles. La situación iba bien hasta que se enteraron de que se iban a casar, se formó revuelo pero al final, todos aceptaron el compromiso porque al fin y al cabo el amor también es aceptación. Todo la escenografía era cantada y actuada de una manera cómica y sencilla, la música era la protagonista y las canciones trataban de una sucesión de temas según iba avanzando las escenas. Pero, quién iba a decir que la hija de los Addams, Miércoles, se iba a enamorar de un chico "normal" aunque eso sí, moriría por ella.