FLAMENCO
LA VOZ DE ALMÍBAR DE MARIO RADÍO
Por
José Cenizo Jiménez
Post #49

Hola. Os dejo unas palabras que escribí hace un tiempo sobre el espectáculo del cantaor Mario Radío "Más de una década". Es un cantaor que recuerda grandes de otro tiempo lejano, como Pepe Marchena o Canalejas de Puerto Real, pero con personalidad propia, voz de almíbar y gran afición. Al final tenéis enlace con la promoción de su espectáculo, junto a su grupo, y en Internet podéis ver algo más. Ojalá pueda verse este recital de cante, baile, piano, percusión y guitarra en muchos lugares. Lo merece. Sed felices y acercaos, si os parece, a este joven cantaor de Dos Hermanas (Sevilla).

LA VOZ DE ALMÍBAR DE MARIO RADÍO

(Comentario del espectáculo “Más de una década”, Teatro Dos Hermanas, Dos Hermanas -Sevilla-, 19 de enero de 2024)

                                               José Cenizo Jiménez

Con un inicio intencionadamente jondo y tradicional, por bulería por soleá a palo seco, solo acompañado y acompasado por los nudillos sobre la mesa, comienza este espectáculo del joven maestro de Música y cantaor Mario Radío, nacido en Dos Hermanas (Sevilla) en 1978. Se basa en letras tradicionales y se van incorporando las palmas y el compás de Manuel Bellido y Manuel González y la percusión de Javier Gómez, dotando de mayor agilidad rítmica y melódica al cante. Un comienzo acorde con la enjundia del flamenco que augura un espectáculo serio y con sentido de la tradición renovada y con personalidad propia.

Enseguida se asoma a un palo que le viene muy bien por las características de su voz laína, las colombianas, creadas por su admirado Pepe Marchena. Marcos Serrato maneja la guitarra con garbo y soltura para una voz melosa e intimista como la de Mario: “Me gusta estar en la sierra / cuando nace el nuevo día…”. Sigue con otro emblemático éxito de Marchena, la adaptación del poema lorquiano “Los cuatro muleros”, uno de los primeros hitos en el caudaloso y rico río de versiones flamencas de poetas cultos. A estas bulerías el cantaor añade al inicio unas letras por soleá. A continuación, Triana sube a su garganta, con los Tangos del Titi, ilustrados al baile con solera por la bailaora Rocío Suárez. Más deleite nos entrega con “Ay, Mari Cruz”, con la memoria de la versión de Canalejas de Puerto Real y “Luz de luna”, ambas por bulerías, adaptaciones de una canción de copla conocida y de otra de la versión del cantante Alberto Cortez, también muy famosa, respectivamente.

            Antes del segundo tramo del espectáculo, encontramos un hermoso solo de guitarra, por bulerías, donde Marcos Serrato y su grupo dejan patente su calidad. Llega con su solemnidad y elegancia la farruca, acompañada por el piano de Javier Cecilia y el baile de Rocío Suárez. Radío interpreta una farruca con aires marcheneros, llena de matices y muy melismática, con clásica letra amorosa: “Esta farruca se muere / de celos sin fundamento / porque ni siquiera quiere / que a mí me despeine el viento…”. Cantando de pie, agasajando a la bailaora, completa una bella estampa de este cante precioso que no sabemos por qué no se hace más en recitales y discos.

Sigue un popurrí de boleros, un campo en el que la voz y el perfil del cantaor se mueven como pez en el agua (sonora). Así, hace sus “otras cositas”, como dice, cositas buenas en todo caso, al piano, con soltura y garbo. “Sin firmar un documento…”, un bello tema de amor, y también se asoma al tango argentino.

Prosigue con fandangos con el piano de Javier con sevillanas, homenaje a sus alumnos, como dice, uno de los temas de más éxito de su disco Personalísimo, que comentamos en su momento (ver en este enlace: https://elegirhoy.com/blog/post/la-elegancia-del-cante-de-mario-radio). Nos dice: “Maestro, ¿puede explicarme qué es el amor verdadero? / Quiero saber qué se siente / saber si es malo o si es bueno…” para terminar el estribillo “Por mucho que compares, / como tu pare y mare / nadie te puede querer”. Avanzando, al piano con un popurrí de coplas, con la bailaora con mantón. Temas como “Mi niña Lola”, “A tu vera”, “La niña de fuego” y otros pasan por su garganta y se personalizan. El cuadro flamenco prosigue por sevillanas (“Yo no quiero más tesoro, / que abrir los ojos en Triana / y ver la torre del oro”), bailando por parejas la bailaora con los demás componentes. Hermoso tema.

 

El siguiente paso es un pasodoble de carnaval, con el que se identifica mucho el cantaor, enamorado de las comparsas. Canta con tempo lento, interiorizando las letras, tan bien llevado por la guitarra de Marcos Serrato. Realmente muy original. Los fandangos naturales que siguen tienen su sello, por mucho que siga a los maestros de otro tiempo, como Pepe Aznalcóllar. Remata el espectáculo por bulerías, y también por bulerías el tema “La Salvaora”, en ambos casos con intervención de la bailaora.

Como decíamos en nuestra reseña del disco citado, Mario tiene una voz muy agradable y un cante bonito, en el mejor sentido de la palabra. Su modo es melódico, atemperado, dulce, elegante, bien timbrado y, sin duda, efectivo no sólo en los bajos, sino en las subidas, los melismas casi susurrados, un sonido envolvente que nos agrada. Cante para escuchar, para deleitarse, dejarse llevar con dulzura y finura de matices. Además, es autor de algunas de las letras y tiene una afición increíble. Este espectáculo demuestra cuanto decimos. Esperamos que pueda verse por muchos sitios para disfrute de un público amplio.

 

Fotos: Del espectáculo, gentileza de Mario Radío. Fotos de Pocket Studio Antonio.

Vídeo promocional del espectáculo, enlace de YouTube:

 

https://youtu.be/5BRK-vePNkI?si=3Y-J6_6fcUUZSBnc

 

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