Antes de despedir el año y dar la bienvenida a doce nuevos meses de innovación y desarrollo, la Fundación Gadea por la Ciencia, uno de los mayores lobbies científicos de Europa, ha echado la vista atrás para recopilar los avances científicos más importantes del año. Entre otros acontecimientos, el 2018 ha destacado en el contexto científico por el renacimiento del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, desde el punto de vista institucional, y por el despegue de la medicina genética, el auge de los dispositivos de inteligencia artificial o el incremento de la preocupación social ante el declive medioambiental.

La ciencia de los datos, la gran protagonista

El 2018 ha sido testigo de uno de los mayores retos tecnológicos de la historia: la ciencia de los datos o data science. Ante esta importante explosión de información, la Inteligencia Artificial (IA) ha concentrado toda la atención como una vía precisa para procesar los datos, replicar el razonamiento humano y automatizar las tareas cotidianas. Así, hemos asistido a la aparición de asistentes de voz que responden a nuestras peticiones y aprenden de nuestro comportamiento, programas que avanzan el diagnóstico de una enfermedad antes incluso de manifestarse o vehículos inteligentes que podrían reemplazar al propio conductor.

Nuevas fórmulas para proteger el medio ambiente

A nivel medioambiental, ha destacado la usabilidad de los drones para la teledetección frente a incendios, las nuevas herramientas de biología molecular como la metagenómica o la revolución de la ingeniería genética CRISPR-Cas9, que podría mejorar los cultivos agrícolas, producir biocombustibles y ayudar a degradar los compuestos que se encuentran en los plásticos.

Para disminuir su impacto en el planeta, también ha surgido una nueva alternativa de futuro que contribuye a garantizar la sostenibilidad del ecosistema: los polímeros biodegradables. Materiales naturales y renovables, que no producen residuos y tienen innumerables aplicaciones. Por ejemplo, en el campo de la cirugía se han ideado suturas absorbibles o la dosificación de fármacos para la liberación controlada del medicamento, así como la fabricación de envases alimentarios para facilitar el reciclaje y aminorar el desperdicio de alimentos.

Más allá del sistema solar: descubrimiento masivo de exoplanetas  

Además del hallazgo de más de un centenar de nuevos planetas, la física teórica ha apostado por los materiales 2D hasta dar con la última revolución del S.XXI: el grafeno, componente que destaca por su flexibilidad ambiental, su resistencia bacteriana y su capacidad como conductor de la electricidad y el calor, por ejemplo, para fabricar pantallas mucho más eficientes en cuanto a resolución y consumo de energía.

Por su parte, la nanotecnología se ha constituido como una de las tecnologías más potentes del ser humano, con capacidad para generar tejidos que no retengan suciedad, desarrollar microchips capaces de almacenar trillones de bytes o construir vías sanguíneas artificiales que conduzcan los fármacos directamente hasta el tumor. E n el campo de la química, ha destacado la catálisis hidráulica para generar oxígeno a partir del agua, el desarrollo de células fotovoltaicas diferentes al silicio o la investigación para captura y transformación del CO2.

Avances en las ciencias de la vida: tecnología CRISPR

Esta nueva técnica de edición genética permite la secuenciación del genoma humano, es decir, descifrar el código que programa nuestro cuerpo y modificarlo con sencillez y rapidez. La tecnología CRISPR y, en particular, la terapia génica permite identificar los genes responsables de las alteraciones genéticas facilitando el tratamiento y prevención de enfermedades hereditarias. Además de la aplicación médica, esta técnica podría servir para luchar contra las plagas que atacan a las plantas o animales y, por tanto, para reducir el uso de productor químicos como los fertilizantes en los alimentos de consumo humano.