SER GRINCH
En pocos días llegarán las llamadas “Fiestas Navideñas”, aunque estarás pensando que ese espíritu navideño ya está por las calles desde hace semanas.
No sé en qué punto del “Continuo Festivo” te sitúas tú, es decir, si eres de los que te vas al polo de decoración hogareña, villancicos callejeros, regalos por doquier, Misa del Gallo… o bien te vas al extremo más cercano del personaje del Grinch.
Sea como fuere, no estoy aquí para pedirte que te muevas de tu cómoda posición, no soy nadie para ello. Mi única intención es ésta: Fomentar el RESPETO, palabra my usada en nuestros días, pero no siempre aplicada de manera conveniente.
En el caso que nos ocupa, si eres una persona pronavideña, no pretendas que todo el mundo lo viva como tú, no esperes que todos tengan ganas de tocar la zambomba, o comer turrones, o incluso tomar las 12 uvas el día descrito; ahora bien, deja que haga de defensor de tu tradición para decirle a aquellas personas más próximas al personaje citado, que si no les apetece verte disfrutar de estas fiestas, que eviten lo más posible comentar o expresar con gestos su desacuerdo con las mismas.
Esto no implica que si te sientes en el lado de los que pasarían el calendario del 23 de diciembre al 7 de enero, tengas que ponerte a cantar El tamborilero, simplemente deja que esas otras personas, niños y mayores, tengan sus ilusiones, sus sueños, sus ganas de celebrar algo que tú no compartes.
No vayas de Grinch por la vida e intenta mostrar tolerancia por una manera de entender esto que llaman Fiestas Navideñas. Que sí, que nos deberíamos ser iguales de sensibles, amables y cariñosos todo el año… pero a falta de pan, buenos son mantecados.
LA PREGUNTA DEL "MILLÓN": ¿Si te sientes fuera de estas fiestas, qué sueles hacer?
Deja tus comentarios. Serán bienvenidos desde el respeto y la libertad de expresión.
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Manuel Salgado Fernández
PSICÓLOGO CLÍNICO // Col. AN-2.455