La Catedral de Sevilla es la catedral gótica más grande del mundo, la catedral católica más grande del mundo (la Basílica de San Pedro no es realmente una catedral) y el tercer templo en cuanto a tamaño tras la Basílica de San Pedro del Vaticano en Roma, y San Pablo en Londres.
En 1987 fue declarado por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad. Su construcción comprende siete etapas: almohade y mudéjar, de las cuales se conserva el patio de los naranjos. La etapa gótica se inicia en 1401, sobre el solar que quedó tras la demolición de la antigua Mezquita Aljama de Sevilla. Después siguen la renacentista, la barroca, la académica y la neogótica, que termina en 1928. La Giralda, a pesar de su autonomía, ejerce la función de torre y de campanario de la Catedral de Sevilla.
Patrimonio de la Humanidad desde 1987. Los dos tercios inferiores de la torre corresponden al alminar de la antigua mezquita de la ciudad, de finales del siglo XII, en la época almohade, mientras que el tercio superior es un remate añadido en época cristiana para albergar las campanas. En su cúspide se halla una bola llamada tinaja sobre la cual se alza el Giraldillo, estatua que hace las funciones de veleta y que fue la escultura en bronce más grande del Renacimiento europeo.