El Monasterio de la Rábida, es ante todo, un monumento histórico. En su diminuta sencillez, es el icono de una de las Gestas más trascendentales de la Humanidad. Mereció la declaración de Primer Monumento Histórico de los Pueblos Hispánicos. Fue el tercer monumento español declarado Monumento Nacional (1856). También ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Al amparo de sus muros se gestó el acontecimiento que cambiaría el rumbo de la Historia. El Descubrimiento de América constituirá un antes y un después en los anales de la Humanidad. Para el Almirante, este sería el lugar decisivo para sus propósitos. "...que de nadie fallé favor, después de aquel del Dios eterno, que de Fray Antonio de Marchena". "...en siete años de andar por Castilla, sólo dos frailes me fueron constantes". La firma es de Colón, y a fe que nadie con mayor razón que la suya, para situar el potagonismo de este Monasterio en la Epopeya.