BODEGONES
Durante siglos, el bodegón fue considerado un tema menor, intrascendente, que no justificaba por sí mismo una obra de arte. Su función se limitaba a complementar composiciones de mayor jerarquía temática. Sin embargo, con el avance del naturalismo en la pintura occidental, esta percepción fue cambiando. Aunque ya lo encontramos en frescos y mosaicos de Pompeya o incluso en tumbas egipcias, es en el siglo XVII cuando alcanza su reconocimiento como género autónomo, desarrollándose con extraordinaria calidad, especialmente en la pintura barroca.
Esta exposición del Museo de Chiclana reúne más de una treintena de obras contemporáneas de artistas como José Dodero, Antonio Vela, Manuel Caballero, José Luis Díaz de la Torre, Carmen Espel, Juan Antonio González “Moraldi”, Genís Capdevilla, Pedro Guijo o Encarna López. Junto a ellas, se presentan pequeñas instalaciones en vitrinas que dialogan con la tradición del género, desde la sobriedad de Zurbarán hasta la iconografía pop de Warhol.
La muestra propone una reflexión sobre el origen y evolución del bodegón, reivindicando su vigencia y autonomía artística. El llamado “naturaleza muerta” es, en realidad, un género lleno de vida y significado, cuya riqueza formal y simbólica lo sitúa hoy como pintura de primera línea.
La exposición se verá complementada por otra titulada “El bodegón en los fondos del Museo de Chiclana”, que se inaugurará a finales de este mes y abordará el género desde una raíz y enfoque distintos.