El Centre Pompidou Málaga presenta To Open Eyes. Miradas de artista, una nueva colección semipermanente que ofrece un recorrido libre, sensorial y no cronológico por el arte de los siglos XX y XXI. Inspirada en una reflexión del artista y pedagogo Josef Albers —el arte como forma de aprender a ver y sentir la vida—, la exposición propone cambiar nuestra forma de mirar y comprender tanto el arte como el entorno que habitamos.
La muestra se construye a partir de asociaciones visuales, formales y temáticas, creando conexiones entre obras de diferentes épocas, técnicas y culturas. Esta disposición evita estructuras narrativas tradicionales y ofrece una experiencia abierta que invita a la contemplación y al descubrimiento.
La colección refleja la amplitud y diversidad del Musée National d’Art Moderne francés y cuenta con la colaboración de la Fundación ”la Caixa”
‘To Open Eyes. Miradas de artista’ ofrece un viaje libre por los principales movimientos, rupturas y replanteamientos del arte de los siglos XX y XXI, y está estructurado en seis secciones que abordan grandes temas universales desde una óptica crítica, sensible y contemporánea.
Iconos / Signos
Esta primera parte de la exposición presenta obras, en su mayoría abstractas o conceptuales, que cambiaron la idea tradicional de lo que es una obra de arte y se alejaron de las modas o estilos dominantes de su época. Un rasgo común entre artistas como Josef Albers, Marcel Breuer, Paul Klee o László Moholy-Nagy es que todos pasaron por la Bauhaus, que transformó el arte moderno en la primera mitad del siglo XX.
Muchas de las obras en esta sección, aunque hechas en diferentes épocas y contextos, tienen un “contenido artístico minimalista" y buscan que el público participe de forma activa. Esto se puede ver, por ejemplo, en los readymades de Marcel Duchamp.
De manera similar, los artistas del arte povera, como Michelangelo Pistoletto y Giovanni Anselmo, convierten lo banal, incluso lo inmaterial, en la materia misma de sus obras.
Cuerpos / Colores
El cuerpo humano —ya sea representado de forma majestuosa, fragmentada, distorsionada o apenas sugerido— es el tema principal de esta parte de la exposición. El video de Judy Chicago se hace eco de la enigmática pintura de Juliette Roche, poniendo de relieve las emergentes consideraciones ecofeministas de la época.
Durante la década de 1970 surgió el arte feminista. Ante el dominio de la llamada "mirada masculina", varias artistas, como Joan Jonas o Friederike Pezold, se reapropiaron de la imagen de sus cuerpos y denunciaron su cosificación en la sociedad patriarcal, al tiempo que cuestionaban los soportes de la performance, el vídeo o la fotografía.
En cuanto al diseño, los objetos creados entre finales de los años 50 y principios de los 80 muestran los cambios que vivían las sociedades occidentales, marcados por un estilo de vida más hedonista. A veces, estas exploraciones estuvieron teñidas de un cuestionamiento crítico de la sociedad de consumo.
Gestos / Huellas
En esta sección, el cuerpo se presenta a través del gesto y la ‘performance’. En Estados Unidos, los años 50 estuvieron dominados por el expresionismo abstracto, una corriente pictórica asociada al compromiso físico del artista y liderada por Jackson Pollock. Al mismo tiempo, Claire Falkenstein empezó a crear obras que anunciaban lo que se llamaría “abstracción excéntrica”.
En los años 70, el uso del cuerpo en el arte llegó a su punto más alto con la ‘performance’ y el ‘body art’, en obras de artistas como Carolee Schneemann, Marina Abramović y Ulay, o Sonia Andrade. En la actualidad, Alice Anderson desarrolla un trabajo de instalación en la que el gesto performativo ocupa un papel central en el proceso creativo.
Espiritualidades / Sincretismos
Las obras, misteriosas o espectrales, muestran una mezcla entre tradición y modernidad. Louise Nevelson crea una síntesis entre primitivismo y arte moderno, mientras que Mathias Goeritz, que se inspira en las culturas precolombinas, reafirma la importancia de la emoción en el proceso creativo.
En su obra, Michael Heizer borra las fronteras temporales entre la prehistoria y la era industrial. Claes Oldenburg, por su parte, transforma una batería en un objeto fantasmal y silencioso.
Muchos se inspiran en creencias animistas (Caroline Achaintre, Joseph Beuys, Myriam Mihindou), y hacen de la obra un medio de transmisión y del artista, una especie de guía.
Ficciones / Proyecciones
El arte siempre ha reflejado deseos utópicos y visiones de un futuro idealizado. Así ocurrió en los años 1960, una época marcada por el hedonismo, los avances tecnológicos y el imaginario de la conquista espacial. En ese tiempo, el diseño se definía por la ola pop (Pierre Paulin) y una estética futurista (Olivier Mourgue), mientras que Kiki Kogelnik hablaba de “space art” para describir su obra.
El Grupo Internacional de Arquitectura Prospectiva, al que pertenecían Paul Maymont y Nicolas Schöffer, veía la arquitectura como un espacio de experimentación para imaginar nuevas formas de habitar y vivir. Claude Parent y Paul Virilio proponían “vivir oblicuamente”, y Gordon Matta-Clark quería transformar la forma de percibir el entorno urbano.
Hoy en día, la ciencia ficción, entendida como una herramienta para comprender el mundo, sigue siendo una fuente de inspiración. Mientras que las esculturas de Caroline Mesquita estimulan nuestro imaginario especulativo, los ecosistemas creados por Mimosa Echard desdibujan los límites entre lo orgánico y lo tecnológico.
Espacios / Revelaciones
La relación entre la obra, el espacio y el espectador es el centro de las preocupaciones del arte minimalista, cuyos principios fueron definidos por Donald Judd: neutralidad, objetividad y rechazo de toda expresividad. Sin embargo, este intento de eliminar la expresión es contradictorio, ya que la aparente sencillez de las obras minimalistas no puede evitar la subjetividad del espectador.
La escultura de Judd y el ‘Mirror Vortex’ de Robert Smithson juegan con la percepción del entorno. La relación entre lo interior y lo exterior se ve en la instalación de Louise Bourgeois.
El negro cuadro de Pierre Soulages genera una sensación de inmensidad que no se puede tocar e invita a una experiencia meditativa. ‘La Tabula’ de Simon Hantaï sugiere una expansión sin fin del espacio pictórico. En la obra de Haegue Yang, las referencias al minimalismo se enriquecen con narrativas personales, sociales y poéticas, creando una experiencia envolvente e íntima.
Artistas
En esta exposición se podrán encontrar obras de los siguientes artistas: Marina Abramović y Ulay, Caroline Achaintre, Josef Albers, Ghada Amer, Alice Anderson, Sonia Andrade, Giovanni Anselmo, Leonor Antunes, Gae Aulenti, Piero Castiglioni, Mario Bellini, Joseph Beuys, Louise Bourgeois, Marcel Breuer, Huguette Caland, Rosemarie Castoro, Pierre Chareau, Judy Chicago, René Coulon, Parvine Curie, Christian Dell, Marcel Duchamp, Mimosa Echard, Claire Falkenstein, Jean Fautrier, Dan Flavin, Mathias Goeritz, Aneta Grzeszykowska, Simon Hantaï, Hans Hartung, Michael Heizer, Joan Jonas, Donald Judd, Paul Klee, Yves Klein, Kiki Kogelnik, František Kupka, Ugo La Pietra, Jacques Le Chevallier, Marcelle Loubchansky, Sarah Lucas, André Lurçat, Piero Manzoni, Gordon Matta-Clark, Paul Maymont, Julie Mehretu, Caroline Mesquita, Myriam Mihindou, Laszlo Moholy-Nagy, Vera Molnar, Olivier Mourgue, George Nelson, Joshua Neustein, Louise Nevelson, Claes Oldenburg, Verner Panton, Claude Parent, Pierre Paulin, Charlotte Perriand, Marc Petitjean, Friederike Pezold, Michelangelo Pistoletto, Jackson Pollock, Judit Reigl, Germaine Richier, Juliette Roche, Aldo Loris Rossi, Robert Ryman, Gino Sarfatti, Carolee Schneemann, Nicolas Schöffer, Robert Smithson, Pierre Soulages, Superstudio, Tunga, Cy Twombly, Paul Virilio, Haegue Yang.