Precediendo a la Cuaresma, la celebración de esta fiesta pagana es aprovechada por las comparsas para motivarse en la elaboración de los disfraces más ingeniosos; y salir a la calle para cantarnos en forma de chirigota lo más relevante que aconteció en el pueblo ese año. Desbordante de frenesí es el pasacalles que culmina, lleno de colorido, por la carretera principal de la playa.