La danza de lo salvaje, una muestra individual del artista onubense Agus Díaz Vázquez (El Cerro de Andévalo, 1987), bajo la curaduría de Victoria Rivers. El proyecto reúne un conjunto de obras recientes que indagan en la relación entre memoria, naturaleza y rito, a través de una pintura profundamente simbólica y emocional.
Agus Díaz Vázquez propone en esta exposición un viaje pictórico hacia las raíces del sur, donde el color y el gesto actúan como lenguajes rituales. En sus lienzos, la vegetación, los cuerpos y los animales construyen una mitología contemporánea que dialoga con el flamenco, la poesía lorquiana y la energía telúrica de Andalucía.
“La pintura de Agus no narra, convoca”, señala la comisaria Victoria Rivers. “Trabaja desde la intuición de que el arte debe ser sanación colectiva”. Así, cada cuadro se convierte en una ceremonia visual en la que lo humano se reencuentra con lo sagrado, y donde símbolos como el caballo, la luna o la estrella emergen como portales hacia lo primitivo, lo íntimo y lo espiritual.
La danza de lo salvaje transita entre lo onírico y lo ancestral, evocando el bosque como lugar de revelación y la pintura como espacio de transformación. “Pinto desde el sur porque el sur es un estado mental antes que una geografía”, afirma el artista. “Busco lo esencial, ese instante donde el error se vuelve revelación y el gesto se transforma en verdad”.
La exposición confirma la madurez creativa de Agus Díaz Vázquez y su compromiso con una pintura que se entiende como acto de resistencia, pertenencia y búsqueda interior. A través de un lenguaje plástico profundamente personal, el artista reafirma el poder del arte como lugar de encuentro, memoria y renacimiento.