Hola. Os dejo este comentario del CD del gitarrista y gran aficionado flamenco José Esteban Rodríguez Cosano dedicado al bandolero El Tempranillo. Forma parte del libreto del mismo. Feliz viernes.
“EL TEMPRANILLO” EN CLAVE FLAMENCA
José María Hinojosa Cobacho (1805-1833), bandolero conocido como “El Tempranillo”, fue, cuando el rey “de las Españas” era Fernando VII -según Richard Ford en palabras que nos recuerda el historiador José Antonio Rodríguez Martín en este mismo folleto- “el amo de Andalucía”. Y añade: “a cuyo solo nombre tiemblan allí los viejos y las mujeres”. Ya tenemos el mito romántico, al margen de la ley del momento, con su propio mundo junto a sus compañeros en la sierra. Mundo que sedujo a muchos escritores y artistas, pues el movimiento romántico del siglo XIX se encargó de elevar a la gloria artística a estos personajes marginales, no con poca idealización, pero eso es otra historia.
Los bandoleros han recibido en el mundo del flamenco diversos homenajes en forma de colección de cantes, como el que Manuel Orta dedicó a Diego Corrientes en 1988 o, ahora, el disco que comentamos aquí, entre otros. En nuestro caso, José Esteban Rodríguez Cosano y su recordado hermano Ricardo ya escribieron además el libro Semblanza flamenca de José María “El Tempranillo”. Ahora el primero ve realizado uno de sus sueños, una antología de cantes glosando la trayectoria de este “Robin Hood” andaluz, como ha sido llamado. Ha escrito las letras de todos los cantes, con el pertinente perfecto ajuste métrico y expresivo. La primera letra de las alegrías ya resume la vida de este cordobés de Jauja: “La historia de un bandolero / que nació en Andalucía, / una mano traicionera / fue y le arrebató la vía”. Y en todas podemos ver un aire panegírico, resaltando cualidades como la valentía y sucesos que han ido marcando su vida amorosa, personal y su impacto social: “Soy Tempranillo de Jauja, / Rey de la Sierra Morena. / Mi fama, a los cuatro vientos, / por toa España resuena”.
Aquí se reúnen diez cantes: alegrías clásicas de Cádiz; tientos-tangos con Frijones y Pastora de referentes; fandangos de variada fuente (Aznalcóllar, Pichichi, Gabriel Moreno, Cepero); martinetes al uso; bamberas (de Pastora y otra versión distinta que bordaban José Menese o Miguel Vargas); liviana-serrana-abandolao de Pérez de Guzmán; malagueña de la Trini con rondeña y el remate de Frasquito Yerbabuena; la petenera (primitiva, grande y chica); la zambra cien por cien caracolera y unas obligadas seguiriyas y cabales recordando a los jerezanos Manuel Torre y Paco la Luz y de remate la cabal de Silverio.
Se trata de una acertada selección, con cantes obligados y acordes con la temática como las serranas, santo y seña de todo lo serrano, ahí donde los bandoleros tenían su vida siempre pendiente de un hilo. No falta el drama, como en la seguiriya, pero la vida es multicolor siempre y tenemos las alegrías de Cádiz o las amorosas bamberas. En fin, un buen repertorio, y en la voz del cantaor experimentado, sobrado de conocimiento que es Juan Soto, todo queda muy flamenco, hondo, en clave jonda. Las guitarras de Luis Calderito en las alegrías y en las malagueñas (de otro disco anterior del cantaor) y de Antonio Carrión en los demás cantes abrazan los cantes con belleza musical y un toque flamenco preciso. Les invito a adentrarse en la piel de este personaje a través de este disco que recoge su historia real y su reflejo literario con este trabajo musical flamenco de gran calidad.
José Cenizo Jiménez