SALUD
Comer o no comer, ¿esa es la cuestión?
Por
Griselda Herrero Martín
Post #4

e acercan fechas que muchos consideran peligrosas y difíciles, sobre todo aquellos que están pasando por un proceso de pérdida de peso. Muchos pacientes me dicen “ahora en Navidad es complicado, a ver cómo lo hago”, o “es imposible comer menos en estas fechas”. Ciertamente nuestra sociedad no nos lo pone fácil: desde noviembre (y casi diría octubre) estamos viendo en el supermercado bombones, turrones y polvorones; los anuncios publicitarios no dejan de recordarnos las fechas que se acercan (con mensajes de compras compulsivas para hacer a todo el mundo feliz, incluyendo la comida y la bebida); ya empiezan a poner películas sobre la Navidad o ambientadas en ella… En fin, que se empieza a activar el Modo Navidad en nuestra mente. Y eso acarrea una serie de conceptos preconcebidos que, inconscientemente, tenemos en la cabeza y ponemos en marcha: comprar regalos, comer y beber mucho, comer dulces, salir a comer fuera, descansar, etc. A ello se une una preocupación (quizá anterior o posterior, pero menor durante los días navideños) por el exceso de peso, por comer en exceso. Pero la cuestión no es si se come más o menos. La cuestión es si ese detalle es tan importante. Mucha gente piensa que comer menos y hacer más ejercicio son las claves para perder peso, por lo que fechas en las que se come más (navidades, vacaciones) preocupan un poco a los que están más pendientes de la báscula. Ojalá fuera tan simple, pero no lo es. Es mucho más importante la calidad de lo que comemos (y hacemos) que la cantidad. Es cierto que las navidades son fechas en las que, por regla general se tiende a comer más. Sin embargo, ese no es nuestro enemigo. Lo que de verdad puede influir en perder nuestros hábitos saludables es justamente eso: dejar de hacer lo que hacemos habitualmente. Por ello, debemos intentar que las comidas navideñas sean eso, comidas (y no homenajes) en las que disfrutemos de la compañía y del momento. Por tanto, os dejamos las claves para que las navidades no traigan culpabilidades, remordimientos y preocupaciones innecesarias y evitables:

  1. Recuerda que navidad no es sinónimo de gula. Disfruta de tus eventos familiares, con amigos o compañeros sin asociarlos a tener que comer más o como si no hubiera un mañana.

  2. Incluye verduras (el mejor comienzo) y frutas (el mejor postre) en todas las comidas, come despacio y detecta tu sensación de saciedad (señal a la que deberás dejar de comer).

  3. Si vas a compartir, sírvete en el plato lo que vayas a comer; mantendrás mejor el control de las cantidades.

  4. Trata de que el agua forme parte de la mesa, y disminuye el consumo de alcohol. Alcohol y diversión tampoco son sinónimos.

  5. Ve al mercado a hacer la compra, evitarás las tentaciones de productos procesados y dulces.

  6. Mantén tus hábitos y sigue yendo al gimnasio, ve andando a hacer las compras navideñas y sal a hacer actividad física al aire libre los días festivos.

  7. Disfruta, olvida el peso y piensa en la calidad de todo lo que hagas, incluyendo la comida y las emociones.

Comparte