Tras días o semanas de relax y desconexión, la llegada a casa supone para muchos un cambio en el estado de ánimo que trae consigo el llamado síndrome postvacacional y en ocasiones, algunos kilos de más. La vuelta a la vida sana y recuperar el peso anterior son algunos de los objetivos en esta época. Algunas fuentes y especialistas como Lola Market le cuentan a El Giraldillo, algunos consejos para enfrentarse a la temida “nevera vacía” y establecer menús sanos y variados sin pisar el supermercado.
1. Anticipa la vuelta organizando la primera comida
Tener pensada una comida justo para el momento de la llegada a casa nos ayudará a evitar la pereza y tener que recurrir al fast food. Una receta sencilla que no requiera alimentos frescos resulta siempre una buena opción. Para ello puedes echar mano de congelados, latas, pasta o arroz. Dentro de lo posible, lo recomendable es buscar las alternativas más saludables.
2. Lista de imprescindibles
Establece un menú para la primera semana apuntando los ingredientes necesarios para cada receta. Lo mejor es tomarse un momento para ver qué hay en la despensa y qué hará falta comprar. No olvides incluir verduras y hortalizas todos los días, pescado, carne, huevos, legumbres, pasta integral, lácteos, fruta, pan, frutos secos,…
Tener en cuenta la pirámide nutricional nos servirá de base para establecer los alimentos imprescindibles. Según datos de la plataforma de compra online, la fruta, verdura y preservativos, son algunos los productos que más se compran a la vuelta de las vacaciones. En septiembre los alimentos frescos y vegetales reemplazan al alcohol y los helados de la cesta de la compra de verano en un 89% de los hogares españoles.
3. Combina la compra de básicos con alimentos frescos y naturales
Esto te ayudará a volver a retomar una dieta sana y equilibrada tras la vuelta del verano. Lo ideal es establecer la base de nuestra alimentación con ingredientes frescos y de temporada. Las frutas que se encuentran en plena temporada son: melocotón, melón, nectarina, pera, manzana, uva, aguacate, higo, granada, membrillo o mango. También podremos comprar ya durante el mes de septiembre las primeras unidades frescas de caqui, chirimoya o kiwi. En cuento a las verduras y hortalizas, aprovecha para consumir calabaza, cebolla, lechuga, pimientos, rábano, remolacha, zanahoria… y las primeras acelgas y alcachofas.
Por último, no te olvides del pescado fresco: bonito, salmonete, besugo, sardina, caballa, merluza están y, si prefieres el marisco, las almejas, mejillones, navajas, langostinos y pulpo son una buena opción en esta época.
4. Organiza tu nevera
Contar con un frigorífico y congelador ordenado con opciones saludables al alcance de la mano nos ayudará a comer mejor y que los alimentos se conserven durante más tiempo.
Recuerda que el estante inferior, habitualmente situado encima de los cajones de verduras y frutas, tiene las temperaturas más bajas y ahí hay que colocar la carne y el pescado crudos; las baldas superiores, más templadas, son para lácteos y huevos, y las centrales para embutidos, platos preparados y otros alimentos que deben ser consumidos rápido, una vez abiertos.