Colaboran: Pa-ta-ta Festival, La Ampliadora, Colegio Oficial de Arquitectos de Granada y Engawa
Para la autora, vivimos rodeados de espacios de entretenimiento que prometen felicidad mientras ocultan una paradoja: nuestro tiempo libre se convierte en una extensión del trabajo, donde gastamos lo que ganamos. Las grandes metrópolis, en su afán competitivo, construyen arquitecturas desmesuradas que simbolizan este ciclo capitalista disfrazado de ocio.
"Por el ocio de los insectos trabajadores" imagina una arquitectura de esparcimiento pensada para insectos, como si también ellos necesitaran desconectar tras una larga jornada. A través de escenarios surrealistas, el proyecto ironiza sobre nuestra relación con el consumo y el descanso.
Esta descontextualización revela el absurdo inherente a un modelo de ocio saturado de estímulos, artificios y lujo vacío. Los insectos, espejo minúsculo pero certero de nuestra sociedad, se nos presentan como trabajadores incansables y, al mismo tiempo, testigos indiferentes de un paisaje moldeado por la ambición humana. Así, el proyecto expone, entre la risa y la inquietud, la fragilidad existencial de nuestra forma de vivir (y descansar)