La artista Ana Ruesga presenta su nueva exposición individual “Sensación Azul”, una propuesta profundamente íntima en la que el color azul se convierte en un territorio emocional y simbólico desde el que abordar la memoria, la pérdida y la transformación.
Tras el fallecimiento de su madre en 2019, Ruesga inicia un proceso creativo que actúa como rito de duelo y afirmación de vida. Tejidos e hilaturas —algunos heredados de su madre— se transforman en materia viva y punto de partida de una investigación artística que entrelaza lo personal con lo plástico. En este proceso, el azul emerge como color-refugio, como sensación persistente y como vínculo con lo que permanece.
La artista incorpora por primera vez la costura a su práctica, retomando un gesto que había evitado de forma consciente. Coser se convierte aquí en acto de unión, de reparación y de continuidad. Junto a ello, la pintura regresa como un lenguaje renovado, donde el soporte adquiere protagonismo narrativo.
Entre pliegues, texturas y composiciones que oscilan entre la abstracción y la evocación, Sensación Azul revela un lenguaje en transición, testimonio de un tránsito emocional profundo que da origen a la obra.